miércoles, 12 de agosto de 2015

UN NUEVO BEBÉ PERRUNO EN CASA


¿Cómo un ser tan pequeño, lleno de pelos, algunos bigotes, y de cuatro patas; puede llegar a alterar tu vida?
 


Y es que fue un domingo a las 6 de la tarde cuando vi su carita por primera vez y dije…”Esa es mi hijita…” Levanté a mi esposo y le dije: “Amor la encontramos…”. Nos pusimos en contacto con las personas que la daban en adopción y después de analizar que nosotros no éramos traficantes ni nada por el estilo, nos aceptaron.

Debíamos pasar a recogerla el día Lunes a las 10 de la mañana, pero los nervios pudieron más y llegamos a las 9:00 am; la espera, debo confesar, nos llenó de nervios.

Hasta que por fin nos la dieron…. ¡OMG es mi bebé!, estaba muy nerviosa y la subimos al auto… viajó tranquila y se adaptó rápidamente; la llevamos a pasear y luego a la veterinaria, de donde salió con unos hermosos lacitos rosa… que locura… todo era muy nuevo!.

La llegada a casa fue de locos, mis gatos la miraban de lejos y aún estamos en el proceso de aceptación, mis papás, mis hermanas y mi sobrino la aceptaron inmediatamente y la perrita los aceptó a ellos llenándolos de lenguazos…

Y es que tener un bebé perruno te hace más feliz, hace de tus mañanas caóticamente bellas, el paseo en auto es toda una aventura y las salidas al parque son toda una experiencia.  Y es que ella es “Chanel” mi esperada y amada bebé perruna.
 
 

Este amor que ahora me toca vivir, un amor juvenil, vivaz y alegre que contrastan con  varios años de estar dedicada a cuidar y atender todas las necesidades de mi vieja Kamala y es un volver a empezar; muchas cosas que no recordaba y que siento como nuevas.
Y es que se cumplirían dos años de mi gran y terrible pérdida de Kamala, compañera fiel por 21 años. Y cómo recuperarse de esta pérdida? Cómo se hace para superar la muerte de tu mascota? Simplemente, cómo se hace? No encontré respuesta... Simplemente recordé los buenos momentos con ella, la recordaba y recuerdo muy seguido... El dolor no se va; no sé si algún día se irá por completo; pero lo que puedo decir, es que el dolor sigue y aprendes a vivir con él.
Hoy mi "Chanel" me devolvió esa emoción de despertar con un lenguazo, de encontrar pelo de perro en mi ropa, de emocionarme al ver moverse esa colita blanca.

Sí soy una amante de los animales, sí soy una dog lover, sí tengo un bebé de 4 patas y me declaro FELIZ.


 

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